Liderazgo por ejemplo

Hábitos atómicos

Vamos con el libro de "Hábitos atómicos", de James Clear, que lo define como "Un método sencillo y comprobado para desarrollar buenos hábitos y eliminar los malos". 

He de comentar que el libro se me ha hecho un poco pesado. Dice verdades como puños, eso sí, pero se me ha hecho complicada su lectura. 




Un hábito es una rutina o conducta que se practica con regularidad y, en muchos casos, de manera automática. Pueden parecer pequeños y poco significativos, pero se transformarán en resultados extraordinarios si tienes la voluntad de mantenerlos durante varios años, y además de mejorarlos, para obtener cada vez mejores resultados. 

Método de 4 pasos para desarrollar hábitos (señal, anhelo, respuesta y recompensa), así como las Cuatro Leyes para Cambiar la Conducta que se desprenden de ellos. 

Los efectos de tus hábitos se multiplican en la medida en que los repites cada día. Los buenos hábitos son positivos, pero ojo, los malos hábitos tienen un costo negativo.

Estos pequeños hábitos tienen efecto positivo a largo plazo. Un posible problema es el no ver resultados pronto y recaer de nuevo en los malos hábitos. Es fácil pasar por alto una mala decisión, pero cuando repetimos esos errores día tras día se puede convertir en un grave problema. 

El éxito es el producto de nuestros hábitos cotidianos, no de transformaciones drásticas que se realizan una vez en la vida. 

Para que los hábitos realmente generen un cambio  deben subsistir lo suficiente como para rebasar una meseta donde no se producen cambios perceptibles. 

Olvida las metas y enfócate en los sistemas. Las metas son buenas para establecer una dirección, pero los sistemas son mejores para realizar verdaderos progresos. Ejemplos de problemas al enfocarnos en las metas:

1. ganadores y perdedores comparten las mismas metas, pero seguramente su sistema seguido fue diferente para que unos la lograran y otros no
2. Alcanzar una meta consiste únicamente en un cambio momentáneo 
3. Las metas restringen la felicidad. Parece que no serás feliz hasta que consigas esa meta, impidiéndote disfrutar del camino.
4. Las metas no coinciden con el progreso a largo plazo. Una vez conseguida la meta dejas de seguir haciendo lo que haces y seguir mejorando 

El progreso requiere desaprender lo aprendido. Para lograr ser la mejor versión de ti mismo, es necesario que edites constantemente tus creencias y que actualices y expandas tu identidad. 

Cuanto más repites una conducta, más refuerzas la identidad asociada con dicha conducta. La experiencia es muy importante. 

Señal. Primera ley: hacerlo obvio. Debemos hacer el proceso de cambio de conductas con plena conciencia. Antes de que podamos construir nuevos hábitos de manera efectiva, necesitamos tener nuestros hábitos actuales bajo control. Es algo muy complicado, porque por lo general estos hábitos son inconscientes y automáticos, y mientras sean así, no puedes esperar cambiarlo para mejorar. 
Ojo a esta frase: la motivación está sobrevalorada, el ambiente a menudo es más importante. Esto es porque puede llegar a conductas de forma que ni te des cuenta, por eso, la manera para mejorar alguna cualidad no consiste en desear ser una persona más disciplinada, sino en crear un ambiente más disciplinado. 

Anhelo: Segunda ley: Hacerlo atractivo. Cuanto más atractiva es una oportunidad, más son las posibilidades de que se convierta en un factor de formación de hábitos. Los hábitos que son normales dentro de tu cultura, son los más atractivos hábitos que podemos encontrar. Si el cambio de hábitos implica armonizar con el resto de una tribu a la que perteneces, entonces se vuelve más atractivo, por eso es importante rodearte de ese grupo y que fomenten los nuevos hábitos. 

Cambio de perspectiva: no estoy confinado en una silla de ruedas, gracias a ella soy libre. Si no fuera por ella, estaría condenado a vivir acostado y jamás podría salir de mi casa. Resaltar los beneficios sobre las desventajas, es una buena forma de que un hábito se vuelva más atractivo. 

 Respuesta: Tercera ley: Hacerlo sencillo. Estamos tan enfocados en descubrir la mejor manera de hacer algo que en realidad nunca ponemos manos a la obra, a la acción. Los hábitos se construyen a partir de la frecuencia con que se practican, no por cuánto tiempo se practican. Es mejor hacer menos de lo que te propusiste que no hacer nada. Empiezas poco a poco sin que te llegue a saturar o cansar y cada vez irás mejor. 

Recompensa: Cuarta ley: hacerlo satisfactorio. Un historial de hábitos ayuda a ser honesto. La mayoría de nosotros tenemos una visión distorsionada de nuestro comportamiento. Pensamos que actuamos mejor de lo que realmente lo hacemos. La medición te ofrece una manera de superar la miopía que no nos permite apreciar nuestro comportamiento y te permite reconocer lo que realmente está sucediendo. Pero ojo, cuando escogemos la medida equivocada, obtenemos la conducta equivocada. Tenemos que ver qué, cómo y cuándo medir. "Cuando una medida se convierte en el objetivo, deja de ser una buena medida". La parte de visualización de este historial es importante para ello. 


El primer error nunca es el que te arruina. Es la espiral de errores repetidos que lo sigue. Perder algo una vez es un accidente. Perderlo dos veces, es el principio de un nuevo hábito. La gente exitosa falla y se recupera rápidamente. Interrumpir un buen hábito no importa siempre y cuando la recuperación del mismo ocurra rápido. 

Ignora lo que la sociedad te ha dicho. Ignora lo que otros esperan de ti. Mira dentro de ti y pregúntate: ¿Qué se me da bien? ¿Qué me gusta hacer y me motiva a mí? Cuando no puedas ganar por ser mejor, puedes ganar por ser diferente. Una vez que descubrimos nuestras fortalezas, sabemos dónde invertir nuestro tiempo y energía

Una de las mejores maneras de asegurar que tus hábitos te sigan satisfaciendo a largo plazo, consiste en elegir conductas que son compatibles con tu personalidad y tus habilidades. Trabaja duro en las cosas que te son sencillas. 

"Cualquiera puede trabajar cuando se siente motivado. Es la habilidad de seguir adelante cuando el trabajo no es emocionante lo que hace la diferencia" Si hablamos literalmente de trabajo, no estoy de acuerdo, debemos hacer lo que realmente nos motive. Y si no nos motiva, cambiemos esa situación. Ahora, hablando de hábitos, si hay algún hábito bueno que queremos mantener y un día no nos apetece hacerlo, el obligarnos a hacerlo, a seguir, a no dejarlo, marca la diferencia, que es lo que creo que el autor insinúa. 

Cuando un hábito se vuelve automático podemos caer en el error de no prestar atención a pequeños errores. Ganamos experiencia y parece que lo dominamos pero realmente no los estamos mejorando, seguimos haciendo lo mismo. Es necesario permanecer consciente, ser capaces de revisar y ajustar los hábitos

Comparte lo que te ha parecido este libro y con qué te quedas, cuantos más puntos de visto, mejor. 





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